Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - Gonzalo busca abrirse camino en Madrid

Gonzalo busca abrirse camino en Madrid (1960)

En los años 60 el cine español comienza un proceso de apertura paralelo al que se producía en lo social y, algo menos, en lo político. Los productores buscaban, y lo siguen haciendo, rostros jóvenes y hermosos. Y Gonzalo era un joven rubio, de buena planta y con unos maravillosos ojos entre el gris y el azul. Y en 1962 estaba revelándose en el teatro. Su papel en el cine dejará huella y así, en la última entrega de los Premios Goya del cine español se tuvo un momento de recuerdo para él. Algo que, sin duda no le hubiera gustado reconocer pero que íntimamente le hubiera emocionado.

Como ya hemos dicho tras el estreno teatral de Cerca de las estrellas, el director de cine Cesar Fernández Ardavín lo contrata en 1962 para la película del mismo título con un contrato de 14.000 pesetas por un mínimo de seis semanas de rodaje. Aquel dinero y el oropel del cine atraen este joven actor que quiere comerse el mundo. Milagros Leal también repite en ese papel de Adela, la madre de esa familia corriente cuya jornada de 24 horas se retransmite en la pantalla. El mismo 1962 realiza una película que le entusiasma pues ya tiene un papel de coprotagonista con un rodaje en la escuela de instrucción de vuelo de Villafría en Burgos. Se trata de Escuadrilla de vuelo que dirige un joven Luis Comerón, amparado por Isasi Isasmendi que firma el guión.

En 1963 rueda dos importantes películas que le afianzan en el panorama del cine español. La primera es Confidencias de un marido que, con argumento de Noel Clarasó, no es sino una transcripción al cine de una serie de televisión de gran éxito: Tercero izquierda. Era protagonizada por José Luis López Vázquez y Elvira Quintillá, que para la versión cinematográfica se cambia por Amparo Soler Leal.

El director es Francisco Prósper, aunque también se encuentra detrás César F. Ardavín. Gonzalo Cañas aparece ya mencionado en algunas críticas como el tercer protagonista, y aparece por vez primera su nombre en la publicidad de programas de mano y cartelería.

Junto a él trabaja la excelente actriz Enriqueta Carballeira con la que compartirá muchos repartos en el teatro y en el cine. La segunda es una superproducción internacional que tendrá estrenos en varios países en sus correspondientes versiones: La máscara de Scaramouche, de Antonio Isasi Isasmendi. Una película de sabor agridulce por varias razones. Pese a que tiene un importante papel, el de Pietro, no aparece en los créditos reducidos de la publicidad. Se da cuenta de la diferencia que existe entre su sueldo y el del francés Gerard Barray, protagonista principal. Y para colmo le obligan a lanzarse, espada en mano, desde la terraza del Sarmental en la Catedral de Burgos. No había para él doble especialista y debajo solo pusieron unos cuantos colchones y unas cajas de cartón. El resultado fue un aplastamiento vertebral que le mantuvo meses alejado de los escenarios. Este incidente hizo pensar mucho a Gonzalo sobre el valor de un actor. Más que nunca se convenció de que lo mejor era hacerse empresario de sus propias aventuras.

En 1965 se estrena La frontera de Dios, del habitual director César Fernández Ardavín, con Julia Gutiérrez Caba y la también habitual Enriqueta Carballeira.

En 1966 se estrenan dos producciones. Clarines y Campanas, de tema taurino y con el torero Andrés Torres, El Monaguillo, y María Mahor como protagonistas. La dirección corre a cargo de Ramón Torrado. Los diablos rojos, rodada el año anterior, una obra dirigida al público infantil sobre las bandas callejeras en Zamora. Se presentó en el IV Certamen Nacional de Cine para Niños de Gijón, donde obtuvo el segundo premio. Gonzalo hacía el papel protagonista y junto a él estaba otro joven actor que ya había compartido reparto en varias obras de teatro durante el periodo de meritoriaje: Manuel Galiana.

En 1967, Los salvajes en Puente San Gil, primera dirección del barcelonés Antonio Ribas, basada en la obra teatral de José Martín Recuerda y con un impresionante elenco en el que figuran Adolfo Marsillach, Elena María Tejeiro, Nuria Torray, Rosanna Yanni, Carmen de Lirio, Trini Alonso, Valentín Tornos, Charo Soriano y Vicky Lagos.

En 1968, Días de viejo color, una película que se ha visto frecuentemente repuesta en TVE, estreno en el cine de Pedro Olea, con guión de Giménez Rico, y con Gonzalo en papel protagonista, junto a Cristina Galbó, Andrés Resino y María Martín, con la colaboración especial de Luis García Berlanga, Massiel, Juan Pardo y Luis Eduardo Aute, que también hizo la música.

En 1969, participa en una importante producción hispano-alemana de La Celestina, dirigida por Fernández Ardavín, con Amelia de la Torre, Julián Mateos y Elisa Ramírez en los papeles principales. Probablemente sea uno de sus mejores trabajos cinematográficos, interpretando el papel del criado Parmeno. Hará papeles secundarios en Soltera y madre en la vida, una película para Lina Morgan, junto a Alfredo Landa, Manolo Gómez Bur y José Sacristán y en Johnny Ratón, de Vicente Escrivá, que es una especie de Fray Escoba en Sevilla.

En 1970, en El sobre verde, comedia musical de Rafael Gil, con Toni Leblanc, Esperanza Roy, Mary Paz Pondal y Alfonso del Real.

Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - La Celestina

La Celestina (César Fernández Ardavín, 1969)

Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - Cerca de las estrellas con Milagros Leal

Cerca de las estrellas (César Fernández Ardavín, 1962)

Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - Confidencias de un marido con José Luis López Vázquez

Confidencias de un marido (Francisco Prósper, 1963)

En 1971, en La montaña rebelde, una cinta rodada en la montaña asturiana y centrada en el tiempo que va de la guerra civil a los años de la dura posguerra franquista. Papel protagonista junto a María Mahor, Tamy Saad, José Suárez y Tomás Blanco.

En 1974, bajo la dirección de Jesús Franco, se estrena la producción hispano-francesa Un capitán de quince años. Gonzalo Cañas escribe el guión de la película con José Antonio Arévalo y actúa junto a un elenco donde los actores son en su mayoría franceses. La obra fue muy alabada por Lorenzo López Sancho que alaba la versión de la novela de Verne y el buen cine que puede hacer Jesús Franco cuando quiere y le dejan. El mismo año tiene un papel en No matarás de César F. Ardavín, primera película de Ángela Molina.

Entre 1975 y 1976 participa como secundario en dos películas un tanto estrambóticas pero interesantes. La locura y la libertad de las series B atraían mucho a Gonzalo. La primera es Potato Fritz que también se estrenaría con el título de Masacre en Condor Pass. Una espaguetti-western de producción alemana que se rueda en Almería y que cuenta con la presencia de Stephen Boyd y de aquel jugador de fútbol alemán cuya caballera parecía el cuidado seto de un parque versallesco: Paul Breitner. La segunda es Viva Muera Don Juan Tenorio, española, con Ángela Molina y el cantante Lorenzo Santamaría en los papeles principales. También salían Paquita Rico y Massiel. La música era de Teddy Bautista, cuando todavía era un excelente músico y compositor.

Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - Scaramouche

La máscara de Scaramouche
(Antonio Isasi-Isasmendi, 1963)

Hasta 1986, no volverá al cine, realizando un pequeño papel en Tata mía, de José Luis Borau, junto a Carmen Maura, Alfredo Landa, Imperio Argentina, Marisa Paredes y Julieta Serrano. El mismo año participa en Pasos largos, de Rafael Moreno, sobre la vida de Mingolla, el último bandolero andaluz interpretado por Tony Isbert, el nieto del gran Pepe Isbert.

Creo que la última película en la que participó fue en 1991, Mala yerba, de José Luis P. Tristán, donde Rafaela Aparicio y Emma Suárez hacían los papeles de abuela y nieta que se trasladan a Madrid para intentar sacar al otro nieto de la cárcel, detenido por tráfico de drogas.

Es casi imposible realizar en este artículo un seguimiento de sus múltiples trabajos en TV. Varios, que comentaremos más adelante, tendrán que ver con las marionetas.

Algunos de ellos quedarán sólo en ambiciosos proyectos como la video-ópera Génesis.II con música de Tomás Marco y diseño plástico de José María Maestu, la serie para jóvenes, Operación Cosmos, sátira antibelicista con guiones de Moncho Alpuente, o la serie Histriones de madera, de la que comentaré en el apartado de títeres.

Nos vamos a referir a continuación a los trabajos realizados como actor, principalmente a su intervención en algunos capítulos de varias series de producción nacional que gozaron de especial éxito. Por una entrevista en Tele-Radio sabemos que ya hacía televisión en febrero de 1961. Participó en un buen número de espacios dramáticos, generalmente realizados por Francisco Montolío o Alfredo Castellón.

A falta de un estudio más profundo sobre ellos, menciono su intervención en Desdichas de la Fortuna, de los hermanos Antonio y Manuel Machado, que se emitió en el programa Teatro Estudio en mayo de 1981. Entre sus intervenciones en series, destaco:

  • 1963 Serie: Tengo un libro en las manos. Se trató del primer programa cultural de TVE dedicado a los libros, realizado por Alfredo Castellón. El falangista Luis de Sosa realizaba la presentación de un libro y se escenificaba un fragmento de él. El programa estuvo activo, con periodos de descanso, entre 1958 y 1964. Episodio: El Aguilucho (basado en la obra de Edmond Rostand, 1897, sobre la vida del hijo de Napoleón).
  • 1966 Serie: Diego Acevedo. Original de Luis de Sosa y dirección de Ricardo Blasco. Durante 13 capítulos contaba la historia de un cadete limeño, interpretado por Francisco Valladares, en la España de Carlos IV, interpretado por Luis Prendes, hasta la invasión napoleónica. Por esta serie pasó lo más granado de los actores y actrices españoles. Además de los mencionados, Sancho Gracia, Gemma Cuervo, Manuel Alexandre, Fernando Guillén, Elisa Ramírez y Emilio Gutiérrez Caba.
  • 1967 Serie: La familia Colón. Guión de Oswaldo Dragún y dirección de Julio Coll. Una familia compuesta por el matrimonio y dos hijos, cada uno de una nacionalidad latinoamericana diferente, viajaban a España.
  • 1972: Serie: Los paladines. Rodada en 1971 y comenzada a emitir en octubre de 1972. Su éxito hizo que se repusiera en 1979 y 1989. Fue grabada en formato cine por TVE en coproducción con la ZDF (segunda cadena alemana). Narraba las aventuras de un caballero cristiano, otro musulmán y un campesino en las guerras fronterizas del siglo XV. Gonzalo interviene en dos episodios titulados Te perseguirá mi maldición, interpretando el papel protagonista de Gazul. En otro capítulo aparecía el maestro de actores William Layton.
  • 1976 Serie: Paisajes con figuras. Episodio: El Doncel de Sigüenza. Con guión de Antonio Gala y dirección de Mario Camus, Gonzalo interpretó a Martín Vázquez de Arce, más conocido como El Doncel de Sigüenza. Este documental dramatizado representó a RTVE en el XII Festival Internacional de Televisión que se celebró en Praga, dentro de la categoría de dramáticos. Gonzalo se sentía especialmente orgulloso de esta interpretación y de las escenas a caballo por los páramos castellanos.
  • 1982. Serie: Ramón y Cajal. En nueve capítulos realizados por José María Forqué, con Adolfo Marsillach, Fernando Fernán Gómez y Verónica Forqué en los papeles principales. Gonzalo intervino en el capítulo 5 que cuenta su estancia en Valencia. Hizo el papel del profesor Eduardo Pérez Pujol, que había sido rector de su Universidad y que, con otros, fundó la Liga contra la Ignorancia. Seguro que disfrutó mucho con el papel de ese sabio tan comprometido en la lucha contra la necedad.
Teatro de Autómatas - Gonzalo Cañas - Cine y TV - RMP TVE Llegada Maese Pedro

RMP TVE Llegada Maese Pedro (1976)

Fueron el cine y la TV los que dieron más popularidad a Gonzalo Cañas. En la mencionada entrevista de Tele-Radio afirmaba Gonzalo cuando se le pregunta qué prefiere como actividad dramática: “En el teatro me encuentro, en la T.V. me entreno y al cine lo utilizo con miras económicas y publicitarias”. Cuando más adelante se le pregunta sobre cómo es el hombre Gonzalo Cañas, se define como alguien que quiere ser alegre y afirma que muchos le dicen que es como un niño. El entrevistador le pide que cuente algunas de sus “niñerías” y Gonzalo responde: “Mi Bululú, teatrillo de títeres a domicilio, con el que me divierto mucho.” Vamos a hablar, pues, de sus títeres.

Adolfo Ayuso